pastillas para dormir

Cada vez que hago un viaje y llevo música, siempre hay dos discos que no faltan, dos maravillas que me ayudan sobre todo en esos momentos en los que necesitas desconectar de todo, y porque no, a la hora de intentar conciliar el sueño.

Con esto no quiero decir que sean discos somnolientos ni aburridos, ni mucho menos, lo que pasa es que no sé porqué, pero dormirme al son de “my life in rooms” de Barzin, o el Damon and Naomi with Ghost me resulta realmente relajante. Igual es porque tuve una temporada que por pereza no cambiaba los discos que llevaba en mp3, y varias veces al elegir un disco que escuchar mientras intentaba dormir, siempre acababa eligiendo uno de estos dos, o igual es algo parecido a eso que todo el mundo comentaba cuando estudiaba, que si te quedabas dormido escuchando los apuntes recitados, inconscientemente acababan grabándose en tu cabeza (yo lo intenté una vez, y cuando realmente me quedé dormido fue mientras los grababa en el casette..) .... lo que realmente importa es que son dos discos maravillosos.

“My life in rooms” es el segundo disco de Barzin, un canadiense amante de los sonidos más lentos, y con una voz preciosa que a estas alturas igual muchos han conocido porque forma parte del cartel de la próxima edición del tanned tin.

Editó su disco de debut hace ya varios años, una joya a medio pulir donde destacaban temas como “pale blue eyes” o “past all concerns” (se pueden escuchar en su myspace). Una maravilla que bebía de bandas como Mazzy Star o Red House Painters y que para mi al menos supuso una de las alegrías más grandes a nivel musical en muchísimo tiempo. Primero el descubrirlo, después que él mismo me propusiera incluir su disco en el catálogo de distribución, y luego ya conocerle en persona en una escapada junto a perro muchacho a Luxemburgo para verle en directo en un cartel doble alucinante junto a Gregor Samsa.

Cuando editó “my life in rooms” reconozco que no acabó de entrarme, supongo que el recuerdo de su disco homónimo todavía era muy fuerte, pero con las escuchas y el tiempo, a día de hoy me parece un disco redondo, la confirmación del talento de un tipo con una sensibilidad especial.

De Damon & Naomi poco se puede añadir, yo al menos de todos los discos suyos que he escuchado, este es sin duda mi favorito. Los demás tienen momentos buenos (muy buenos), pero nos los veo tan redondos como el primero que editaron junto al guitarrista japonés miembro de Ghost, ahora compañero de fatigas inseparable del dúo.

Abrir un disco con un tema como “the mirror phase” .... ufff ... telita. Pero lo bueno es que todo no acaba ahí, y es que obviando un par de pajeos intrumentales típicos de la casa, en este disco lo que hay son temas directos y memorables, y sino, atentos a “judah and the maccabees”, uno de mis temas favoritos de un disco sin desperdicio.

Felices sueños.