Hace ya un tiempo, después de leerme o intentar leerme varios truños monumentales, dejé de lado las lecturas gafapásticas y decidí que sólo iba a leer libros que me entretuviesen. Así que llevo bastante tiempo entre cómics (que de todo hay, también me he leído bastantes cosas que no me han gustado en este campo) y libros de intriga, acción .. pero con algo de chicha a poder ser, claro, que no todo son templarios y códigos ocultos entre cuadros y libros centenarios.
Total, que el libro que me ha tenido totalmente enganchado los últimos días ha sido “El niño 44” de Tom Rob Smith. Intriga en la Rusia estalinista que aparte de tenerte en vilo mientras asistes a la persecución de un asesino en serie de niños, describe perfectamente la situación de la época, tanto desde el punto de vista de una población totalmente sometida y controlada, como desde el punto de vista de un agente de la ley que ve como todo en lo que creía se desmorona a su alrededor. Un retrato descarnado de un país que veía cualquier influjo exterior como una amenaza y que incluso cerraba los ojos ante un caso de asesinatos en serie tan flagrante como éste.
Un libro trepidante que demuestra que entretenimiento y calidad no tienen porqué estar reñidos.
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