discos internacionales

(por orden alfabético)

Alt Ctrl Sleep – s/t
Comienza el disco, y “take care” me lleva unos años atrás, al momento en que gracias a “secret name” descubrí a bandas como Low o Coastal, o porque no, al día en que un amigo me dejó el “Souvlaki space station” de Slowdive. Y revivir todo eso es sumamente agradable, sobre todo cuando tienes como banda sonora un disco tan bonito como éste.

Bowerbirds – hymn for a dark horse
A mí al menos, ya podían haberme puesto ocho remixes de pacopil después de “hooves” y “in our talons”, que me iba a dar igual. Con estos dos temas que abren el disco, me tienen completamente agarrado por los innombrables y rendido a sus pies. Pero lo bueno es que tras estas dos maravillas, lo que viene detrás poco tiene que envidiarle, ocho joyitas más de pop “folklorizado”, acordeones, violines, voces preciosas ... una abosulta ma-ra-vi-lla.

Damien Jurado – caught in the threes
El sr Jurado ha cogido una carrerilla estos últimos años impresionante. Tras editar referencias a troche y moche desde hace ya bastantes años, parece que últimamente se ha decantado por centrar sus esfuerzos en editar menos y mejor. Y los discos que se está sacando de la manga últimamente .... tela.

Emily Jane White – dark undercoat
En pocas palabras, “dark undercoat” es el disco perfecto para todos aquellos que echen de menos a la Cat Power de sus primeros discos, ni más ni menos.

Gregor Samsa - rest
Su asociación con Rick Alverson (drunk, spokane) se tenía que notar por alguna parte, y eso principalmente se ha traducido en un cambio en el sonido de la banda que abandona momentáneamente los crescendos y tics más “postrockeros” de sus anteriores trabajos, y centra “rest” en los pianos y en las preciosas voces de Nikki y Champ. El resultado es un disco mucho más etéreo si cabe, casi al margen de estilos, es como si hubiesen tomado sus temas más volátiles, los que les acercaban a un sonido más “shoegazer”, y hayan ralentizado lo máximo posible los biorritmos, casi hasta el límite de poder escuchar los latidos de tu propio corazón o como se te pone la piel de pollo con temas como “the adolescent”.

MGMT – oracular spectacular
Lo mejor de “oracular spectacular” es que no se desinfla si le quitas esos dos pelotazos que son “kids” y “time to pretend”. Un toque de psicodelia marciana, música disco de baja fidelidad, y el Bowie de las mallas y el maquillaje se dan la mano en un disco que les ha puesto en el punto de mira de todo el mundo.

Rivulets – you are my home
El Nathan Amundson de “you are my home” no es el mismo de sus anteriores trabajos. En este nuevo disco ha dado un salto tremendo para ponerse al frente de una banda, o al menos ese es el sonido que transmite “you are my home”, y el resultado ha sido igual o más acongojante todavía que en sus anteriores entregas.
En vez de paisajes comatosos y arrastrados, donde las melodías había que pillarlas con pinzas, en esta ocasión Amundson ha dado un poco su brazo a torcer, y entrega su disco más accesible hasta la fecha, once temas maravillosos que quizás supongan alguna reticencia para los fans más “duros” del artista, pero a mí al menos, esta apertura de miras, y este aire nuevo que le ha dado a sus composiciones me parece un acierto rotundo, “you are my home” es el disco más “amable” de Rivulets hasta la fecha, pero también uno de los más emocionantes que ha dado este 2008.

Robert Forster – the evangelist
Escuchando “the evangelist” te planteas como es posible que siendo tan fácil hacer buen pop, haya tantas mierdas editadas por el mundo. Pero claro, ahí está el truco, hacer buen pop no es fácil, y menos hacer un disco tan acojonante como éste, pero Forster ha conseguido con este trabajo que de la impresión de que cualquiera pueda hacerlo.
Realmente ... qué tiene de original “the evangelist”? absolutamente na-da. Lo que pasa es que las canciones son tan buenas, las melodías son tan redondas y él canta tan bien, que es imposible no derretirte ni dejar de emocionarte ante cualquiera de las diez joyas de este disco.

Sleepingdog – polar life
En los discos de Sleepingdog parece que nunca pasa nada, los escuchas y no hay ningún tema que destaque excesivamente sobre el resto, pero cuando acaban y te das cuenta del silencio que te rodea, aprecias lo maravilloso de su placidez, echas de menos la preciosa voz de Chantal y los cuidados detalles de un disco que parece pensado para hacernos sentir bien, relajados, esperanzados.

The DØ – a mouthful
Este es el disco “marciano” de la lista. Dejándome llevar por la excelente “on my shoulders” me hice con “a mouthful” y la verdad es que el descubrimiento ha merecido la pena.
Esta es una de esas locuras que salen de vez en cuando donde cada tema parece compuesto casi por una banda diferente, pero que en el fondo no deja de tener un nexo de unión, muchas veces apenas distinguible, que hace que el conjunto suponga una sorpresa realmente grata, sugerente y muy sorprendente.

Yann Tiersen – tabarly
Igual es un disco menor en la ya larga carrera de bretón, seguro que no va a tener la misma repercusión que el resto de sus bandas sonoras, seguramente me influya que llevemos dos meses sin que pare de llover, pero poner “tabarly” de fondo me sigue suponiendo a día de hoy una medicina perfecta para poder superar el largo invierno que nos acecha prácticamente desde que dejamos atrás las vacaciones.