rocknrolla

Guy Ritchie es un macarrilla. O al menos lo fue durante un tiempo y ahora parece volver a las andadas.

Rocknrolla no es tan buena como Lock & Stock o la genial Snatch, pero tiene su punto. Tras algún tropezón en los últimos años, Ritchie vuelve a las historias que mejor se le dan, las de suburbios, yonkis, mafiosos, mangantes de pacotilla, personajes esperpénticos ... eso sí, le falta un “campeón gitano de boxeo” como el Brad Pitt de Snatch, pero bueno, como he dicho, el tema es que no llega a la altura de aquella.

Rocknrolla se adapta a los nuevos tiempos y eso se nota en el peso que tiene el personaje del mafioso ruso (increíble la persecución de sus cuasi invencibles guardaespaldas), amante del arte, de la pasta, y mangoneado sin cesar por todas las mujeres que pasan por su vida. Toda la dureza que se gasta en sus negocios, se convierte en moñez y debilidad cuando se le pone una mujer delante, y ahí es donde entran tanto la protagonista femenina de esta historia como la cuadrilla de mangantes perdedores que siempre protagonizan las películas de Ritchie.

Al ver Rocknrolla me quedó un poco la impresión de que si le hubiesen metido la tijera el resultado hubiese sido mejor, tiene momentos brillantes, cañeros, divertidos ... marca de la casa, pero otros que no tienen demasiado peso en la historia y que lastran bastante el ritmo.

Eso sí, todo esto desde el punto de vista de alguien que no tiene ni idea de cine pero que disfrutó como un enano con “Snatch, cerdos y diamantes”