hay veces que escuchas un disco que te deja con el culo torcido, sobre todo al pensar que algo
tan bonito y tan afin a lo que más podría gustarte permanece escondido y sin apenas asomar la cabeza más lejos de su país natal. Y eso, cuando se trata de un país fuera de los circuitos más
establecidos, ya no usa y reino unido, sino por ejemplo suecia o islandia a nivel europeo, muchas veces se torna en una misión casi imposible.
No voy a volver a dar el coñazo con bandas como Sleepingdog (bélgica), Audiotransparent (holanda), Soccer Committee (holanda) o Entertainment for the braindead (alemania), pero creo que Finn. este caballero que parece retratado por Rembrandt en sus imágenes promo, bien podría encajar al lado de propuestas de este calibre.
La música de Finn. es seguramente lo más frágil que haya escuchado en los últimos meses, una voz aguda y sentida que tan pronto se deja manejar por unas sencillas líneas de guitarra como explota en un crescendo orquestal digno de los Sigur Ros más emocionantes. Una preciosidad que busca lo más sencillo, una melodía, y que según los temas la hace derivar hacia lo más minimalista o hacia el arranque épico, cualquiera de las dos opciones las maneja a la perfección y con ello ha conseguido un disco absolutamente arrebatador, de una belleza misteriosa y sublime, sin duda, la tardanza en descubrir a este personaje a merecido la pena, y mucho.
tan bonito y tan afin a lo que más podría gustarte permanece escondido y sin apenas asomar la cabeza más lejos de su país natal. Y eso, cuando se trata de un país fuera de los circuitos más
establecidos, ya no usa y reino unido, sino por ejemplo suecia o islandia a nivel europeo, muchas veces se torna en una misión casi imposible.
No voy a volver a dar el coñazo con bandas como Sleepingdog (bélgica), Audiotransparent (holanda), Soccer Committee (holanda) o Entertainment for the braindead (alemania), pero creo que Finn. este caballero que parece retratado por Rembrandt en sus imágenes promo, bien podría encajar al lado de propuestas de este calibre.
La música de Finn. es seguramente lo más frágil que haya escuchado en los últimos meses, una voz aguda y sentida que tan pronto se deja manejar por unas sencillas líneas de guitarra como explota en un crescendo orquestal digno de los Sigur Ros más emocionantes. Una preciosidad que busca lo más sencillo, una melodía, y que según los temas la hace derivar hacia lo más minimalista o hacia el arranque épico, cualquiera de las dos opciones las maneja a la perfección y con ello ha conseguido un disco absolutamente arrebatador, de una belleza misteriosa y sublime, sin duda, la tardanza en descubrir a este personaje a merecido la pena, y mucho.
1 comentario:
fin. qué curiosidad...ya voy a escucharlo. Cuánto te debo/(mos)por los discos que recomiendas aquí, algunos realmente "desconocidos" y preciosos.
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